martes, 31 de mayo de 2011

Una mujer…un refugio para habitar…

Una mujer…un refugio para habitar…
“Mejor morir a que llegue el día dónde hayamos perdido la capacidad de asombro”

Intentando resumir en una cita a mi profesor de filosofía de la preparatoria, comienzo a escribir estas líneas…donde más que enfocarme a la obra de un artista, he optado por abordar cómo la sociedad desconoce la obra de la ciudad en que habita y cómo termina siendo olvidada ante una población que parece perderse entre prisas urbanas-cotidianas.
La idea surgió a partir de las sesiones presentadas durante las clases de análisis de la plástica del noroeste, en las que el profesor nos mostraba obra de artistas en la región y donde identifique la problemática de este desconocimiento del arte hecho en casa.
Donde uno de los casos que detecté fue el de la escultura-monumento mujer-casa Tijuana Tercer Milenio, mejor conocida por la mayoría de los tijuanenses(ya sea oriundos, adaptados y/o adoptados por la tía Juana)como “La mona” ubicada en la colonia Aeropuerto.
De la entrevista que Melina Amao hizo al artista Armando Muñoz García, para la nota-artículo del cuaderno #1 Tijuana de día y de noche-Crónicas Urbanas, comenta que Muñoz García realizó la pieza justo cuando Tijuana celebraba su primer centenario como ciudad.
”La mujer blanca” como también se le conoce y considerada uno de los símbolos de Tijuana, mide 17 metros de altura y de acuerdo a un blog, podría decir que su estatura es casi directamente proporcional a su peso, puesto que pesa casi 18 toneladas y aún sobreviven sus vestigios en medio de un panorama desolador.
La recámara estaba a la altura del pecho, la cocina se encontraba en el torso, mientras que el baño estaba en la parte del trasero.
Melina Amao cuenta: “…llegó Armando Muñoz García, quien se presentó como arquitecto, escultor y artista. Empezó diciéndome: Mire, traigo un proyecto, ando buscando fondos para restaurar una escultura muy representativa de Tijuana que hice en 1989, a lo mejor la ha visto, es una mujer blanca. ¿Qué?¿En serio?¿Es usted el autor? Claro que conocía a la mujer blanca, así nada más de lejitos pero sin duda sabía quién era, y sabía también de su trascendencia en el accidentado paisaje urbano.
Al día siguiente de conocerla…hice una nota que,-como era de esperarse-provocó poca cosa en los repartidores de presupuestos. Y así han pasado los años: olvidada por quienes podrían salvarla.
Resulta decepcionante darse cuenta de cómo el gobierno deja de lado a la cultura, no preocupándose, sino ocupándose de no preservar lo que tenemos en cuanto a materia y material cultural se refiere, mas, no sé trata sólo de darse cuenta de lo que sucede, sino de no perder de vista la fascinante capacidad de asombro, de tener iniciativa, tomar cartas en el asunto y no ser indiferentes por conservar lo que como ciudadanos nos pertenece.
Tania M. Ríos

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