martes, 31 de mayo de 2011

Arte Urbano de Baja California

Análisis de la Plástica del Noroeste
Irene Noguerón Gallaga. inoga. mindperformance@hotmail.com


Arte Urbano de Baja California
Todo tipo de arte en cada entidad tiene sus propios antecedentes de acuerdo a su entorno, tanto social como de localización; y el arte urbano no es la excepción.
El arte urbano o callejero como suele nombrársele, abarca todo el arte expresado en la calle, popularmente de manera ilegal, pero este no siempre es el caso ya que este tipo de arte también se hace a través de medios legales, con permisos y patrocinios.
Se podría decir que el arte urbano no es visto como tal por la mayoría de la población ya que lo asocian con vandalismo o con ruido visual, hablando del graffiti, ya que muchas de estas personas han sido víctimas del vandalismo a sus casas o conocen a alguien que lo ha sido, pero normalmente este acto es cometido por los conocidos como ‘taggers’ y sus famosos ‘tags’ que no es más que una simple firma hecha con aerosol que utilizan para marcar cualquier lugar al que tengan acceso con tal de dejar un rastro de ellos y, aunque los ‘tags’ han dado mala fama al graffiti, algunos artistas urbanos empiezan como ‘taggers’ y al encontrar un gusto por el manejo del empleo del aerosol, han buscado algo más que crear hasta llegar a ser verdaderos íconos de la comunidad artística.
Normalmente el arte urbano consiste en murales, pósters, pegatinas, esténciles, graffiti, aunque podemos encontrar también la escultura, la instalación y la intervención, finalmente todo arte realizado en la calle puede ser considerado como arte urbano.

Baja California cuya condición fronteriza le ha ejercido una especial influencia sobre el arte que se ha creado a lo largo de los años. La última década de la historia de Baja California ha estado plagada de violencia, todos sus municipios convertidos en campos de batalla del narcotráfico; la inseguridad es latente, cuya colindancia con Estados Unidos han influenciado en gran manera a Baja California creando una cultura hibrida, entre el orgullo por la historia de México y la cultura pop de los estadounidenses.
En la década de los ochentas comenzó en Baja California el boom del graffiti y Tijuana se vio influenciada por Los Ángeles, Ca., con la llegada de la música hip-hop y toda su cultura.
Esto se ha visto reflejado en el muralismo de las ciudades en gran medida al plasmar personajes y monumentos históricos o populares de ambos países en una misma obra artística e integrándolos para hacer alusión a esta hibridez con ironía, que muchas veces toma forma de crítica contra las sociedades o sus gobiernos y movimientos políticos, pero este tipo de arte, crítico en su mayoría, no es hecho de manera totalmente legal ya que no existe mucha gente con dinero o espacios disponibles privados o gubernamentales que los patrocinaran. Pero no todo el arte urbano busca la crítica, lo que persigue es sorprender a los transeúntes al integrar el arte a lugares públicos, donde el esfuerzo del artista se verá reflejado en la respuesta del público, ya sea de aceptación o de rechazo.
Un grupo conocido de arte urbano es el HEM Crew, que se dedican al graffiti, y son originarios de Tijuana, que después lograron integrar a artistas internacionales.
Uno de sus integrantes, Chente, explicó en una entrevista de TijuanaBeatz, cómo a sus diez años, en 1984, tuvo gran influencia del hip-hop que había llegado a Tijuana desde Los Ángeles, incluyendo la vestimenta y los murales que se hacían ahí. Chente explica cómo empezó a rayar en pandillas de la ciudad de Tijuana pero también cómo pronto, quiso alejarse de ellos por la problemática de la violencia en la que se veían, y que aún se ven, involucradas las pandillas, pero nunca dejó el graffiti. Y para finales de los ochentas ya empezaba a hacer murales donde sus días de pandillero no tenían nada que ver y fue por esos años en los que obtuvo los libros Subway Art y Spraycan Art, primero prestados y luego logro obtener una copia propia; estos dos libros se convirtieron en sus biblias. Estos libros mostraban en su mayoría el arte urbano de Nueva York, pero de ahí fueron reconociendo técnicas y aplicándolas con sus propios conceptos. En el 89 él y sus amigos entraron en contacto con el HEW Crew, tiempo en que Chente dice que el rayar se había convertido en un vicio para él.
En el 91, él y el HEW Crew decidieron dedicarse a dejar su huella en la ciudad de Tijuana ya que decían que en la ciudad no había graffiti y los que si existían se encontraban en lugares escondidos y apartados del público en general, a partir de ese momento se dedican a exponer su arte en las calles, llevándolo también a San Diego, algunos sin visa ya que podían cruzar con solo la frase american citizen, por supuesto que esto fue antes de lo ocurrido el 11 de Septiembre y toda la paranoia que generó en los estados fronterizos y en los países en general. El grupo cruzaba la frontera con las mochilas llenas de botes de pintura y no paraban de crear hasta. Se expandieron y su exposición fue tanta que muchos residentes de San Diego querían unirse al HEM Crew, pero al sur de la frontera, Baja California, aún se menospreciaba este tipo de arte. El trabajo de HEM ahora es reconocido y respetado en varias partes del mundo como, al igual que sus integrantes provienen de diversos lugares. El trabajo del HEM Crew también ha llegado a museos y festivales de arte.
Creo que el arte urbano de Baja California lleva influencia de casi todo el mundo al ser un punto de encuentro directo de dos culturas, donde otras más llegan a ver este hibrido tan interesante y a veces se quedan, aportando de su propio pensamiento y punto de vista que logra crear nuevos conceptos para el arte. Aunque la mayoría del arte callejero de Baja California está conformado por murales, graffiti, pegatinas, stenciles o pósters basados en la cultura popular y en su entorno social, también existen muchos murales a petición del gobierno estatal que normalmente hacen alusión a la historia del municipio donde se encuentren, a la historia general de México o al entorno ecológico que quieran dar a conocer en la entidad. También las esculturas son parte del arte urbano del estado, pero no parece haber una proliferación de ellas en el arte urbano actual; la mayoría de las que se conocen son las casi abandonadas esculturas representativas de personajes históricos. Creo que el arte callejero debe expandirse a otras áreas del arte como la intervención y la instalación para que sorprenda al público que aún no llega dar un poco de su tiempo a este tipo de arte.

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