lunes, 7 de junio de 2010

El arte en Tijuana.


Análisis de la Plástica del Noroeste
Mtro. Roberto Rosique
UABC

El arte en Tijuana.


Humberto García
ondinaeariel@hotmail.com


Como bien es sabida las características geográficas a la ciudad fronteriza le garantizan un tipo específico de beneficio, pero también de problemáticas, exclusivas de la vecindad con otra nación. Es en este lugar específico donde solo se pueden dar marco a diferentes fenómenos, que son campo fértil al arte.
La ciudad de Tijuana, ya desde temprana edad, ha sufrido y beneficiado de estas características. Su vecindad con una de las ciudades más ricas y el estado más rico del vecino país, le otorgan unas características especiales.
El constante intercambio cultural de la zona, le proporciona a la ciudad tijuanense, un crisol de eventos. Eventos casi todos únicos en especie. Y éste es el alimento principal del artista.
La actividad artística es inherente al ser humano. Y la joven Tijuana en sus comienzos dio frutos de una actividad artística. Con el tiempo y con los cambios sociales en el noroeste, la Tijuana comienza a dar estas pruebas de ser única y prolífica en su hacer artístico.
Ubicada en México, Tijuana podríamos considerarla ejemplo de un punto intermedio entre primermundista y tercermundista, pensaríamos según mundista, bueno, el termino no existe, pues en la escena mundial sólo existen pobres y ricos, la cruda realidad es que las riquezas se depositan un unos pocos.
Tijuana en cambio afortunada o desafortunada, se encuentra en lo que podríamos llamar un punto medio, al igual que en México otras ciudades. Se es suficientemente pobre para no tener una vida digna pero si para consumir. Pero es aquí en este punto donde hay espacio para el arte.
El producto artístico en un espacio de primer mundo, por sus capacidades de subsidio, ha evolucionado hacia un punto de trabajo teórico. Donde la materia, ya fue superada. Así el arte conceptual, el mundo de las ideas, es sin más prueba de una infraestructura que puede sin duda sostener individuos que se dedican a pensar.
En cambio en el tercer mundo, la dinámica es diferente, el producto artístico sin más tiene un uso práctico, pues es prioridad es saciar las necesidades básicas. Lo artesanal, la materia prima, el alimento, la tierra, el cuerpo, son el tema de este mundo que sin más vive.
Y en la frontera cultural, nos encontramos nosotros. Que compartimos características con el tercer mundo pero también con el primer mundo. Una suerte de neurosis, una pelea interminable. Ya en el caso propio, es la historia de Tijuana, acoger, gente que con el sueño americano viajan de su tercer mundo a intentar entrar a un primer mundo. Y sin embargo la gran mayoría queda en este puente, en esta frontera cultural.
Esta frontera cultural, alberga puntos de quiebre del primer y del tercer mundo, presenta problemáticas de primero adyacentes a problemáticas de tercero. Hasta la explotación es una suerte de hibrido entre las dos masas de gente en el mundo. No somos del todo conceptúales, ni del todo materiales. No somos ricos pero si consumimos.
En su quehacer diario una ciudad fronteriza proporciona una gran cantidad de experiencias que en el hacer artístico son una mina repleta de recursos. Aquí donde el artista logra representar y experimentar estas variantes humanas, así puede encontrar nuevas relaciones entre eventos o fenómenos aparentemente disímiles.
Así es el caso de la imagen de la vecindad entre zonas opulentas y zonas marginadas. De lleno a simple vista un buen observador al caminar por la calle encontrara estas dinámicas sociales, y formulara preguntas, se conflictuará a nivel personal y si se atreve ira mas allá.
Existirá en otro momento aquel que alas cuestiones no evidentes les encuentre hilo y guía. Abra aquel que sin más experimente las vertientes de una vida emocional insertada en un mundo tan conflictuado.
Los miles de escenarios que aporta un lugar tan abarrotado y transitado, son proporcionales a las anécdotas, imágenes, preguntas y emociones experimentadas.
En este caso Tijuana en este punto, en esta adyacencia, permite que la vivencia no solo se quede en la praxis, sino que trasciende al mundo de las ideas. Es por esta razón, que en gran medida, Tijuana como algunos otros lugares del mundo atraer la atención. Pues es de este lugar donde proceden productos híbridos. Donde lo Material e intelectual conviven. Sin excepción en una constante neurosis, un conflicto.
Aquí este conflicto se resuelve día a día, y aun que la resolución conlleve a otro conflicto, Tijuana es un escenario vivo, pues su ritmo difiere de lo que una sociedad estable ofrece o una sociedad en peligro carece.
Cuando pensamos en la rigidez de una sociedad resuelta o el destino de una sociedad en condenada a desaparecer, no hay más conflicto que resolver. En el punto medio, en el punto intermedio de la jornada donde aun no se llega a la “meta”, el conflicto y la necesidad son los que nos permiten ponernos a prueba. Allí es donde, el ingenio humano, crea. El arte es prolífico.
Tijuaneados o no, vivimos en un lugar así, porque somos aptos para ello. Cada solución, cada pregunta, cada conflicto, son estos puntos de quiebre donde tengo que crear una justificación a mí estadio aquí.
Ya sea pintando, o creando un complejo urbano, la inteligencia y creatividad se ponen a prueba. Entonces existimos, una Tijuana que resolver. Y los resultados son únicos. Dignos de galería. No esperemos productos que sean fieles al concepto de arte. El arte, silencioso a los otros mundos despierta todos los días entre nosotros.

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